La formación de idiomas ayuda a las empresas a conseguir sus objetivos de comunicación y el crecimiento profesional de sus trabajadores. Pero no basta con contratar a un profesor nativo, se necesita un servicio que comprenda tus necesidades y las de tu empresa.
A menudo los departamentos de Gestión de Personas o Recursos Humanos tienen demasiados frentes abiertos y poco tiempo físico para dedicarle a cada tema. Son tantas las combinaciones de especialidades, departamentos, tipos de trabajadores, personalidades, los tipos de necesidades… que gestionar formación a menudo se transforma en una de las tareas que más tiempo requieren y una de las más difíciles de llevar a cabo de forma eficiente.
En estas circunstancias, uno de los problemas más comunes en casi todas las empresas (según comentó una de nuestras mejores profesoras durante esta entrevista), es que se organizan los grupos en base a los horarios que tienen libres los alumnos, y no en base al nivel MERC detectado en las pruebas de nivel. El resultado: aunque el profesor sea nativo, se hace muy difícil la enseñanza y de este modo muy pocos alumnos aprovechan las clases.
Para evitar este tipo de problemas lo mejor es dejarte asesorar por tu proveedor de idiomas. Un buen proveedor no debe ofrecerte sólo un profesor nativo, debe ser capaz de aconsejarte en todo el proceso formativo, necesitas que te ayude a diseñar, a organizar, a plantear objetivos de formación, que te facilite herramientas en la nube y reuniones para la evaluación, el control y el seguimiento. Y lo más importante: necesitas buenos formadores en todas tus clases.

Está comprobado, la figura del profesor es clave.
No es fácil conseguirlo. Por tanto, al tiempo que diseñas tu plan anual de formación reúnete con tu proveedor para desarrollar un plan anual específico de idiomas. Reunirte y planificar te ayudará a tener el plan de formación más eficiente, el proveedor tendrá tiempo para asignar a los mejores formadores para cada formación y finalmente los alumnos tendrán los profesores mejor cualificados para la actividad de tu empresa, comprometidos con la formación de tus alumnos.
En muchas de las conversaciones que tenemos con posibles clientes a diario nos encontramos con que las empresas prefieren tener el mismo formador muchos años. Imaginemos una empresa que lleva 3 años con el mismo formador de inglés, ¿significa que recibe las mejores clases? No está mal si funciona y si los alumnos aprenden pero no es lo recomendable para el alumno. Un formador en una entrevista nos confesó que llevaba tanto tiempo trabajando con los mismos alumnos que podría haberles enseñado un idioma que no existe y nadie se habría quejado o lo habría puesto en duda.
Ahora imaginemos una empresa cuyo profesor es distinto cada 6 meses (todos son nativos y están cualificados) ¿es positivo cambiar cada poco tiempo? La respuesta es no a todos los niveles: ni para el alumno, ni para el profesor y ni para el dpto. de RRHH. Una alta rotación de profesores de idiomas supone:- Un sobreesfuerzo para todos los implicados en la organización de las clases.
- Genera estrés y mala imagen en los Responsables de la Formación.
- Proyecta mala imagen en directivos y alumnos.
- Suele provocar desmotivación y abandono de las clases por parte de los alumnos.
- Una baja asistencia impide que las clases se puedan bonificar ante la FUNDAE.
- Supone una pérdida de tiempo de los trabajadores y de dinero para la empresa.
Entonces, ¿cada cuánto tiempo es recomendable cambiar de profesores en las clases de la empresa?
La duración ideal es la de un curso de unas 120 horas, que en una empresa promedio equivale más o menos a dos cursos académicos. Un buen ejemplo de esto es la educación preescolar y la primaria, ¿en qué colegio tienes un profesor durante 5 o 10 años? En ninguno. En pre-escolar se intenta que sea el mismo profesor durante 3 años, pero sólo porque es una de las etapas formativas más delicadas.
En Language Solutions España creemos que, para conseguir clases de la mejor calidad, lo mejor es cambiar de formador de idiomas porque:- No se establece una relación de confianza, por tanto, los alumnos y el profesor se esfuerzan más en cada clase.
- Cada formador tiene un estilo y una personalidad para enseñar, muy importantes en la interacción con los alumnos (método comunicativo).
- Es positivo para los alumnos practicar distintos a centos.
¿Puedo tener un buen proveedor de idiomas y malos profesores?
Se pueden tener malos profesores puntualmente, pero la diferencia es que un buen proveedor no los mantiene mucho tiempo trabajando con ellos. En nuestro caso, buscamos trabajar con los mejores formadores y educadores, profesionales de la enseñanza que sientan verdadera pasión por los idiomas. Nosotros creemos firmemente que el éxito del servicio depende de las personas que componen el equipo: si tu proveedor es bueno, trabajará con los mejores profesionales. Si conoces a alguien así, no dudes en comentárnoslo, estaremos encantados de conocerlo/a.
Como puedes ver, la formación es un área muy compleja donde hay que tener en cuenta factores muy diversos. Además, el sector de la enseñanza de idiomas tiene sus propias particularidades que sólo un proveedor especializado en empresas puede aportarte y resolver para ti. Aprender un idioma es como una maratón, requiere mucho esfuerzo y muchas horas. Si además tenemos que aprenderlo en el trabajo, necesitamos de profesores que sepan motivar a cada uno de los alumnos, y de profesionales que comprendan las necesidades de los dptos. de RRHH y de cada empresa. Sin duda, el éxito de una buena formación de idiomas, está directamente relacionado con tener a buen formador, personas apasionadas y excelentes profesionales.